Esta semana os recomendamos la película Las llaves de casa. El largometraje cuenta con un marcado tono neorrealista, marca de la casa de su realizador, el director italiano Gianni Amelio. El film narra la historia de otro hombre también llamado Gianni, un padre que abandonó a su hijo Paolo cuando nació, por el dolor que le trajo la muerte de la madre debida a complicaciones en el parto.
Quince años después, Paolo y Gianni se reencuentran. El niño ha sido educado por sus tíos, y padece distrofia muscular. Convive con discapacidades mentales y físicas. Las llaves de casa narra a través de pequeñas escenas, casi independientes, diferentes momentos que padre e hijo comienzan a vivir juntos por vez primera. A su vez, estas secuencias suponen pequeños peldaños que ambos personajes van subiendo, metafóricamente, mientras entre ambos se va construyendo una relación profunda de afecto.
La principal virtud de esta película radica en su sentido de la educación. Gianni, magistralmente encarnado por Kim Rossi Stuart, es el sustituto perfecto del espectador medio. Contempla y conoce a su hijo con discapacidad con cierto miedo, algo de exceso de protección, y un perpetuo asombro. A lo largo de Las llaves de casa, Gianni es educado por su hijo a ser un familiar de una persona con discapacidad. Le dice qué puede hacer solo y en qué necesita ayuda, cuándo le requiere y cuándo no, y le acompaña incluso a nivel emocional.
Dureza y naturalidad
Evidentemente, una película como Las llaves de casa no funcionaría sin la fuerza del personaje de Paolo, al que encarna Andrea Rossi. Este joven, que padece distrofia muscular en la vida real, fue la principal inspiración de Amelio para encarar el filme. Su interpretación va más allá de retratar las barreras físicas que plantea la vida ante una persona con discapacidad. También funciona para transmitir una calma y una templanza ante quienes se equivocan con demasiada frecuencia frente a todo lo relacionado con él. Y es la perfecta ‘tabula rasa’ sobre la que empezar a construir una relación, de cuidados pero también de amor, que se extenderá a lo largo de los años.
El contrapunto de la veteranía frente al novato Gianni lo aporta una actriz magistral, Charlotte Rampling. Su personaje es Nicole, madre de otra persona con discapacidad que conecta con Gianni y le ayuda a desenvolverse en su nueva situación. En sus distintas interacciones se abordan varios de los lugares más comunes en los que se pueden encontrar los familiares de las personas con discapacidad. Desde no interferir en los trabajos de rehabilitación de los médicos hasta aprender a querer, desde el dolor y la culpa, a su propio hijo.
Las llaves de casa se basa en una novela del escritor Giuseppe Pontiggia, editada en España por Salamandra bajo el título Nacido dos veces. El libro ganó en 2001 el premio literario Super Campiello. El largometraje, por su parte, se alzó con dos galardones en el Festival de Venecia de 2004: el premio Pasinetti a la mejor película y el premio Sergio Trasatti.
Las llaves de casa puede verse en YouTube.