Baix Llobregat sigue reclamando soluciones para sus problemas con los autobuses. Hace meses dábamos eco a Jordi Sotoca, un vecino de Gavá, ante esta situación. Entonces, Sotoca reclamaba medidas frente al estado de las rampas de estos transportes públicos. Una problemática que, hoy por hoy, ha continuado. La situación no ha mejorado y distintos vecinos han organizado una manifestación para reclamar por sus derechos de plena movilidad.
«La solución del bus de urgencia es una chapuza y sigue tratando a las personas con movilidad reducida como ciudadanos de segunda», reincide Sotoca. El pasado domingo compartió en su canal de Youtube una serie de vídeos con un caso reciente que ha afectado a dos amigos suyos, Javier y Eva: «Sólo pretendían ir desde la rambla de Gavà hasta su casa, que está en el mismo pueblo», relata.
«Después de más de una hora de espera, ha tenido que venir el PRM». Este vehículo es el bus que se cuenta de reserva para cuando las rampas no funcionan. «Han tenido que estar más de una hora esperando para hacer un trayecto urbano relativamente corto», se lamenta. «¿Por qué tenemos que esperar más que otras personas?»
Respuestas y soluciones
Este caso es solo el último de una larga lista de situaciones en las que las personas con movilidad reducida del Baix Llobregat ven limitados sus derechos. El próximo sábado, 9 de julio, numerosas asociaciones convergen en una manifestación a las 9.30 por un bus digno. Con un paraguas reivindicativo, recorrerán todo el trayecto que media desde la estación de tren de Gavà hasta el ayuntamiento de Viladecans. La manifestación está organizada por la agrupación política ERC; no obstante, Sotoca se desmarca de toda vinculación ideológica.
«Nuestro movimiento es no partidista, que no es lo mismo que no político», aclara. «Son los políticos de todos los partidos los encargados de legislar y aplicar las sanciones pertinentes para que estas cosas no ocurran». En este caso, sin embargo, convergen los mismos intereses; «que es que los autobuses funcionan correctamente, sean seguros y accesibles».
Por su parte, los ayuntamientos de Gavà, Viladecans, Sant Boi de Llobregat y Castelldefels han elaborado un comunicado conjunto. En él, etiquetan de «inaceptable deterioro» la evolución del servicio de bus. Además, enumeran una serie de mejoras a acometer por parte de la empresa responsable, Avanza. Entre ellas, destacan un aumento de recursos personales y materiales y la garantía de accesibilidad. «Nos preocupa mucho desde los ayuntamientos la situación de los autobuses». ha declarado a Comunica ASPAYM Èric Plaza, teniente de alcalde de Gavà.
«Se agradece un posicionamiento claro, directo y público», ha manifestado Sotoca en otro vídeo. Con todo, pide más que palabras, y demanda nombres con caras a las que dirigirse: «Las personas con movilidad reducida venimos reclamando esto mucho tiempo, solo queremos saber cuándo va a llegar», asevera. «No se trata de que no estemos integrados en la sociedad, se trata de que no nos desintegren», añade.
AVANZA se pronuncia
El director de AVANZA en Catalunya, Rafael Cortés, ha trasladado disculpas en Els Matins de TV3. «Se debe a una carencia de servicio», ha manifestado. Cortés ha explicado que en momentos críticos un 15% de sus 2000 frecuencias puede verse afectada (entre 200 y 300 viajes al día).
¿Cuál es la solución? El director de AVANZA recuerda que en su concesión se contaban 90 buses averiados y una flota muy envejecida. La renovación de dicha flota parece la solución más evidente. AVANZA ha anunciado hoy en un comunicado que reforzará su flota con 136 vehículos de tecnología avanzada y limpia «a lo largo de los próximos meses»
Por parte de las rampas para personas con movilidad reducida, Cortés manifiesta que se ha hecho un refuerzo en su mantenimiento. Esto mismo indica Montse Gómez, jefa del Área de Relación con el Cliente del AVANZA en el Baix Llobregat: «Se sigue manteniendo el servicio de atención especial que de manera excepcional cubre la necesidad de movilidad de estas personas» . Así, los usuarios cuentan con el teléfono 661 261 701 para solicitar un bus adaptado «con plenas garantías de funcionamiento».
Sotoca, por su parte, sigue siendo crítico: «La incorporación de forma progresiva es un eufemismo para decir ‘Ya veremos’». A su juicio, la empresa lleva al frente el tiempo suficiente «para que haya un cambio significativo en el servicio». Sin embargo, se ve solícito a aceptar una nueva prórroga: en caso de «no solucionar nada, volver a insistir».