PREDIF ha presentado hoy el informe ‘El impacto de la asistencia personal en menores con discapacidad’. La plataforma, en la que ASPAYM se integra, ha dado a conocer este estudio en un acto en Fundación ONCE, donde también ha asistido la presidenta de la Federación Nacional ASPAYM, Mayte Gallego. PREDIF ha elaborado este trabajo con profesionales de la Universidad de Jaén. Además, ha colaborado en él el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
La asistencia personal «es fundamental para garantizar el derecho de las personas con discapacidad a llevar una vida independiente». Son palabras de Fran Sardón, presidente de PREDIF y director adjunto de ASPAYM Castilla y León. Otra de las claves ha venido dada por Myriam Arnáiz, directora técnica del área de Autonomía Personal y Vida Independiente de la plataforma: «Si prestamos herramientas de apoyo desde las etapas más tempranas de la vida de aquellas personas menores con discapacidad, prevendremos su institucionalización».
El principal objetivo del estudio pasa por calibrar la incidencia de la asistencia personal en menores con discapacidad a nivel individual, familiar y comunitario. Además, persigue conocer distintos perfiles sociodemográficos y situaciones cotidianas. Asimismo, analiza las diferencias en niveles de sobrecarga y necesidad de apoyo profesional en personas cuidadoras informales (beneficiarias y no) de la prestación de asistencia personal. Por último, se adentra en el rol que desempeña la familia y la incidencia del servicio.
El muestreo se ha hecho atendiendo a cerca de medio centenar de personas, entre las que se cuentan asistentes personales, familiares con y sin asistencia personal, y profesionales de entidades cogestoras. Mediante encuestas y cuestionarios se les ha inquirido sobre su relación con el servicio, su impacto emocional en estrés y ansiedad, o la sobrecarga de trabajo para los cuidadores, entre otros temas.
Principales conclusiones del estudio
Este estudio sobre la incidencia de la asistencia personal de menores con discapacidad también ha reflejado algunas conclusiones interesantes. La principal es que el acceso a la asistencia personal varía en función de los niveles educativos y formativos de las familias. Resulta más frecuente que soliciten más el servicio aquellas familias con niveles formativos ligeramente superiores. El estudio destaca la importancia de una promoción equitativa de la asistencia personal para todo el que lo necesite.
El informe también aprecia diferencias, aunque no las considera significativas, en la calidad de vida y el estado de salud físico y psicológico en beneficio de las familias con menores con asistencia personal. Por el contrario, aquellas familias sin el servicio perciben menos apoyo y tienen que recurrir a redes informales para ejercer los cuidados pertinentes.
Ello repercute en una falta de conciliación, que con la asistencia personal se soluciona y brinda soporte y respiro a las familias.
La sobreprotección hacia menores, con todo, sigue en el candelero. La aparición de la asistencia personal contribuye a cambiar este exceso de cuidados y facilita la posterior autonomía de estas personas con discapacidad. Otro consenso descansa sobre las ayudas económicas que se perciben: «Insuficientes y precarias», coinciden familias, asalariados de la asistencia personal y entidades cogestoras.
Otras conclusiones que desde COMUNICA ASPAYM nos han parecido destacables son la importancia de que las personas profesionales del servicio tengan unos conocimientos básicos en torno a la filosofía de vida independiente. Asimismo, merece señalarse que se ha reflejado cómo las intensidades sobre el número de horas de asistencia personal parecen variar en función de diversos factores. Entre ellos; el tipo de discapacidad, la edad, las obligaciones laborales de las familias, los apoyos recibidos por el contexto relacional y el número de actividades complementarias para menores.
El estudio estará disponible próximamente.