Las asociaciones de personas con discapacidad necesitamos de cierta influencia y complicidad hacia el sector legislativo y ejecutivo para mejorar la calidad de vida del sector al que representamos. La implementación de políticas públicas inclusivas resulta clave para confeccionar una sociedad verdaderamente inclusiva. Sin embargo, a veces requerimos de mayores claves y estrategias para incidir en la elaboración de dichas directrices.
A comienzos de este mes, el Institut Guttmann celebró una charla en estas líneas. En ella, el consultor en políticas públicas Fernando Pindado abordó el rol de entidades como ASPAYM, que representamos a las personas con discapacidad, en la conformación de estas políticas públicas. El encuentro tuvo lugar de forma presencial en Barcelona, pero también está a disposición del streaming del Ágora Guttmann.
A lo largo de una hora, Pindado desgranó algunas claves sobre las que descansa dicha influencia. Hoy las resumimos aquí. Si lo deseáis, también podéis consultar la charla completa.
Colaboración, antes que competencia
Parece evidente. Pero una de las máximas que tienen que atender las asociaciones de personas con discapacidad (y otras del sector social) si quieren ejercer influencia es la de cooperar. La competencia entre otras entidades muchas veces resta eficacia. Por ello, las sinergias y la búsqueda de puntos en común son más productivas.
La importancia del proyecto
«Sin proyecto no hay futuro», sostiene Fernando Pindado. Presentar un proyecto claro es crucial para lograr incidir en las políticas sociales. Por ello se propone un plan de acción, desde la identificación y gestión de stakeholders, riesgos e impactos. Ello nos llevará al codiseño e implementación de diferentes estrategias de relacionamiento comunitario. Finalmente, no cabe olvidar la medición, difusión y comunicación de nuestras iniciativas.
La iniciativa, un primer paso necesario
La relevancia de las diferentes iniciativas no es algo que quepa desdeñar a la hora de ponderar la influencia de una entidad en una política pública. Tras dar pinceladas sobre qué son la política y el derecho, Pindado insistió en que aunque la aplicación de las leyes no esté en mano de una entidad social, la incidencia en su desarrollo, elaboración e implementación sí está al alcance si se cursan los mecanismos adecuados. Entre ellos, las iniciativas ciudadanas europeas (que requieren 1 millón de firmas de al menos 7 países miembros), las iniciativas legislativas populares (dirigidas al Congreso de los Diputados y a los parlamentos autonómicos) y las iniciativas ciudadanas. Estas últimas están regidas por la Ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora de las Bases del Régimen Local.
Conocer todos los medios de diálogo y sistemas de participación
Esta también parece obvia, y sin embargo nunca está de más repetirla. Es crucial saber cuáles son todas las vías para que una entidad ejerza su influencia a la hora de incidir en una política pública. Los medios de diálogo son amplios: canales puntuales como foros y reuniones, procesos de deliberación como diálogos o debates, y órganos de participación, con mayor voluntad de permanencia y regularidad. Asimismo. existen dentro de los sistemas canales como asambleas ciudadanas, grupos de trabajo y referéndums consultivos. Por último, cabe recordar actores impulsores como comisiones promotoras de recogidas de firmas y otros representantes electos al margen del Gobierno, propiamente dicho.
Un último apunte sobre procesos participativos
La charla de Fernando Pindado concluyó con un resumen sobre las principales características de los procesos participativos. Su objeto siempre ha de ser de contenido político, con aportaciones para incidir en intervenciones comunitarias. No se requieren conclusiones consensuadas, no es una negociación ni una interlocución. Finalmente, deben incorporar siempre diversidad y pluralidad, mediante el intercambio de argumentos y opiniones a través del diálogo y la palabra.