La mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad es tarea de todas las personas. No solo de entidades como ASPAYM. También de la ciudadanía, de muchas empresas, e incluso de sus fundaciones. Recientemente hemos acercado el éxito del proyecto Mapcesible, de Fundación Telefónica. A través de su reto IMPARABLES, la fundación ha mapeado más de 900 espacios para determinar su accesibilidad para personas con discapacidad.
«Queríamos acercar a través de la tecnología todo el entorno para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad». Son palabras de Carlos Ignacio Palacios, responsable global del Programa de Acción Social y Voluntarios en Fundación Telefónica. «Resulta fundamental que puedan tener información de por dónde moverse, en qué ciudades hay mejores o peores condiciones».
No solo calles o edificios públicos: «También comercios, farmacias, centros comerciales…», enumera. «Intentamos que la disposición de los mapeadores se reflejara donde hay accesos adecuados, siempre con la voluntad de ellos con un beneficio social para las personas con discapacidad».
En los datos que maneja Fundación Telefónica, Mapcesible «abarca casi toda España y ciudades del extranjero como Brasil Colombia». Advierten que se trata más de «una app en positivo, no de denuncia». Con más de seis años trabajando en ella, el equipo es ambicioso: «Falta más gente mapeando y mas gente usándola como consulta». Su objetivo es que el entorno social utilice la herramienta con su variedad de idiomas y se sirva de su amplitud de información
Llegar a toda la sociedad
«Invertir en proyectos forma parte de nuestra labor como fundación», asevera Palacios. «Nuestro objetivo pasa por que la digitalización llegue a todo el mundo, y la tecnología es un gran factor para la inclusión laboral y social de las personas con discapacidad motriz».
La labor de Fundación Telefónica para la calidad de vida de las personas con discapacidad descansa sobre la tecnología pero se ejercita desde el músculo de su voluntariado. Uno de sus proyectos es la transformación de espacios para convertirlos en lugares seguros, accesibles y lúdico-educativos para niños con discapacidad.
«Queremos dar voz a entidades sociales que aplican la tecnología como elemento que mejora la calidad de vida de las personas con discapacidad», asevera Palacios. «Desde el voluntariado favorecemos y hacemos proyectos de inclusión social de personas con todo tipo de discapacidades, incluida la motriz». Acompañamientos culturales, de ocio, deportivos… Entre ellos recuerdan la colaboración con la Fundación Deporte&Desafío, para facilitar las actividades inclusivas orientadas a personas con movilidad reducida.
La Fundación también cuenta con un programa de inclusión laboral de personas con discapacidad, donde también incorporan la intelectual: «Ayudamos en formaciones cortas en alguna profesión o función de profesiones digitales para favorecer de manera rápida su integración». El programa lleva en activo desde los últimos tres años, incluye aspectos de Ciberseguridad Klout y Big Data, y ha incorporado a 400 personas con distintos tipos de discapacidades.