El ángel diestro de Jorge Parada es la recomendación de esta semana de ASPAYM. Si hace siete días ya os acercamos al universo de Jacques Audiard con De óxido y hueso, hoy damos un salto del mundo del cine al universo de los libros.
En El ángel diestro Jorge Parada nos narra la historia de Ángelo, un niño que nace con una sola ala. Dispuesto a viajar al SUR para encontrar la pareja que le falta a su apéndice, el protagonista se topa en su camino con personas con discapacidad de todo tipo.
Un anciano que ha perdido una pierna y toda esperanza, un niño que solo llora por un ojo, una niña que no puede caminar, un maestro de ceremonias mudo… Todos ellos brindan situaciones a Ángelo que le permiten abrir los ojos ante el mundo, compartir sabiduría y empatizar. Es una ventana al abanico diverso de realidades diferentes que pueblan este mundo, en el que no sobra poesía ni en sus textos ni en sus ilustraciones, obra de Patricia Ballesteros Amat.
Metáforas de la discapacidad
A lo largo de la novela (editada por Invitro), una gran carga lírica permite intuir a lectores de todas edades que lo que pretende Jorge Parada con El ángel diestro es una elaborada metáfora de las discapacidades. Cada carencia y cada sentimiento de pérdida se refieren al propio cuerpo que la persona siente como extraño, pero también al sentimiento de desesperanza y falta de fuerza ante situaciones adversas.
A pesar de la crudeza de las realidades que retrata el libro, la historia rezuma optimismo y positividad. El camino de su protagonista solo se entiende con la compañía en el viaje y el amor al final del trayecto. El mensaje final, sin moraleja, subraya la necesidad de emprender los cometidos en la trayectoria de cada persona. Se trata de compartir con los demás y dejar que ellos llenen, como puedan, los vacíos de nuestra vida.