Ayer jueves ASPAYM Comunidad Valenciana celebró el acto principal de su 40 aniversario. Lo hizo desde el salón del Trono de Capitanía General de Valencia. Al evento acudieron autoridades de todos los colores políticos y representantes de entidades de toda la sociedad. Entre ellas, Mayte Gallego, presidenta de Federación Nacional ASPAYM.
«Todas las personas lloramos cuando tenemos una lesión medular; independientemente de la edad o si somos hombres o mujeres», declaró Gallego. «La vida ya no es la misma, el cuerpo no funciona igual, y percibimos cómo se trastoca tanto nuestro día a día como el de los seres cercanos».
«Después de pasar un tiempo por nuestras entidades, muchas personas están felices, tienen nuevos compañeros de viaje, vuelven a conducir o hacer deporte, y se encuentran con sus sueños: esa es la magia de ASPAYM», aludió. «Abrimos mundos de posibilidades para vivir como ciudadanía de pleno derecho».
Gallego aludió a las tutorías de ASPAYM Comunidad Valenciana, los cursos de prevención de la lesión medular, la transición a la vida independiente o el apoyo a las familias. También destacó la labor de Pepe Balaguer, presidente de la entidad durante 36 años, «por las personas que no pueden levantarse solas o las que están presas en sus domicilios porque su comunidad no les pone un ascensor».
La presidenta señaló que ASPAYM necesita a toda la sociedad y las administraciones; desde hospitales de referencia a casas comerciales: «Debemos estar ahí apoyando entre todas para hacer un mundo más justo y accesible para todas las personas».
Aglutinar a todas las inquietudes
Al acto de conmemoración del 40 aniversario de ASPAYM Comunidad Valenciana han acudido autoridades de toda índole como la delegada del Gobierno Pilar Bernabé, y el conseller de Sanidad, Miguel Mínguez. Además, se sumaron el coronel Juan Palau, de Capitanía General de Valencia, y miembros de la Guardia Civil, la DGT, el Senado, la Diputación y el Ayuntamiento. En el acto se alabó el hecho de que estuviera representado todo el espectro político. Y es que ASPAYM ha sabido siempre aglutinar a todas las inquietudes en mejorar la vida de las personas con lesión medular.
El acto comenzó con la intervención de Paco Florentino, actual presidente de la entidad. Florentino dio las gracias y explicó la labor, día a día, de las consultas que se celebran en ASPAYM, el esfuerzo que es mantenerlas y pelear día a día por subvenciones. El actual presidente recordó que, cuando estaba en el Hospital La Fe recobrándose de su lesión, entró a su habitación otro hombre, de amplia sonrisa y también con lesión medular. «Pensé, ‘¿por qué sonríe este’?», recordó.
El hombre le dijo que la vida seguía, que tenia que mentalizarse a vivir con su nueva situación. Aquella persona era el entonces presidente de ASPAYM Comunidad Valenciana, Pepe Balaguer. Balaguer tomó la palabra a continuación y recordó los inicios de la entidad en esta autonomía: «Al principio teníamos que hacerlo todo, íbamos con sillas que pesaban un quintal, no había rampas ni aceras bien hechas, no había conciencia social ni respeto a las personas con discapacidad, no había sondas…», enumeró.
Una asociación «necesaria y básica»
Tras él y Mayte Gallego intervinieron Manuel Giner y Eduardo Martínez Agulló, médicos jubilados del hospital La Fe. Durante 40 años, los mismos de actividad de ASPAYM CV, fueron responsables en Urología y Rehabilitación, respectivamente. Su estrecha colaboración con la entidad les hizo merecedores de este espacio para agradecer el «beneficio mutuo» de las sinergias establecidas.
Tras la proyección de un vídeo resumen por el 40 aniversario, el conseller destacó que ASPAYM es «una asociación necesaria y básica». Para Mínguez, «es importante que la persona que sale del hospital se sienta arropada y guiada para integrarse en su nueva vida».
En líneas similares se expresó la delegada del Gobierno: «ASPAYM no podría cerrar nunca, aunque no hubiera jamás lesionados medulares».
«Siempre hay gente a la que ayudar, seguir acompañando, guiando y mostrando comprensión», enumeró Bernabé. «ASPAYM siempre aporta un lado humano que a veces no encuentras en el hospital».