Comunica ASPAYM os recomienda esta semana la serie Special. Protagonizada por su propio creador, Ryan O’Connell, refleja a modo semiautobiográfico la vida de un joven gay con parálisis cerebral. El título de la serie procede de su propio libro, Soy especial y otras mentiras que nos contamos a nosotros mismos.
En Special el protagonista se llama Ryan Hayes, y aún no ha resuelto la relación que mantiene con su propia discapacidad. Ni cómo vivir con ella ni como encajar la manera en la que el mundo la recibe.
Sin embargo, se encuentra frente a un instante vital que le requiere numerosos saltos al vacío. A lo largo de sus dos temporadas, la serie nos muestra cómo Ryan comienza sus primeros pasos en el mundo laboral, el afectivo y el de la autonomía personal.
El episodio piloto arranca con una reflexión espléndida del propio Ryan en una de sus sesiones en el fisioterapeuta. Al contemplar a gente con mayor grado de dependencia que él mismo, se encuentra en una tierra de nadie. En parte, confiesa en su rehabilitación, desearía tener más discapacidad. Esta incertidumbre sobre quién es y qué lugar debe ocupar la parálisis cerebral en su vida le acompañan durante toda la serie.
Ryan resolverá empezar a vivir solo, lejos de una madre codependiente, Karen. También acometerá un nuevo empleo, en un blog woke sobre testimonios virales, donde conocerá a su futura mejor amiga, Kim. Y naturalmente conocerá el amor, y el desamor, a lo largo de un mundo que ha aceptado la homosexualidad, pero donde declararse como ‘persona con discapacidad’ aún le supone una segunda salida del armario.
Cómo vivir con parálisis cerebral
Y es que Ryan, que al comienzo de la serie aterra a un niño al detallarle en qué consiste su parálisis cerebral, no quiere que su entorno le defina por su discapacidad. Por ello, ante el trabajo justifica su cojera como fruto de un atropello. De esta forma, se da una interesante ambivalencia: Ryan disfruta de la compasión que despierta, pero a la vez protege con una mentira de sitcom su verdadera identidad.
El abismo que supone desvelar su discapacidad contrasta con la naturalidad que vive su orientación sexual. Y es que hasta un joven gay millenial es susceptible de hacer un comentario ofensivo para un colectivo vulnerable. Ryan lo vive cuando una de sus parejas, conocedora de su parálisis, da por sentado que conoce a otra persona con discapacidad. Pero Ryan también lo ejerce, cuando rechaza a una cita a ciegas sorda, incapaz de ver más allá de su situación.
La relación de Ryan con la discapacidad es el otro gran motor de Special, que Comunica ASPAYM os recomienda para una maratón de Semana Santa. A lo largo de sus escasos 16 capítulos, conoce lo que le une y lo que le distingue de otras personas con discapacidad. Además, conocerá a devotees (personas sexualmente atraídas por la discapacidad) y ganará en autonomía e independencia ayudando también a los demás.