Esta semana os traemos una deliciosa película francesa, La familia Bélier. El film, una comedia dramática estrenada en 2014, está dirigido por Éric Lartigau. Narra la historia de una familia de sordos: el padre, la madre y el hijo pequeño. Solo la primogénita, Paula, tiene la capacidad de oír. Su vida está volcada en el cuidado y acompañamiento de las necesidades de su familia.
El largometraje arranca con una somera exposición de las asistencias que Paula tiene que dedicar a sus padres y a su hermano. Les ayuda en consultas médicas (algunas de índole sexual), y les facilita la comunicación con otras personas en su granja y su mercado de quesos. También les traduce algunas de las comparecencias televisivas del alcalde del lugar.
La condescendencia política y el paternalismo con el que el edil se dirige a los Bélier propicia que Rodolphe, el patriarca de la familia, resuelva presentarse a las elecciones. El filme aprovecha esta línea narrativa para abordar los problemas de representación pública de las personas con discapacidad, así como la voluntad de superación y las barreras, propias y ajenas, a las que se enfrentan.
A su vez, y en parte volcada por la atracción a su compañero Gabriel, Paula se suma a las clases de coro de su centro educativo. Este será el hilo conductor principal de la película. Allí su profesor descubre un inusitado talento en Paula para el canto y la música, y la trama presenta el conflicto para la protagonista entre perseguir sus sueños en París o quedarse y seguir asistiendo a su familia.
El familiar cuidador
Esta película es un retrato esforzado, sensible y que quiere ser fidedigno de la figura del familiar cuidador. Encara el esfuerzo y el sacrificio de estos, pero también la necesidad de conciliar su propia vida con los cuidados que desarrolla día tras día. La enorme sensibilidad del filme hace el resto, propiciando escenas de inusual belleza dramática (dos cerca del final: el número musical y la audición) y articulando resortes diferentes.
La familia Bélier está protagonizada por Louane Emera, Karin Viard y François Damiens, que se prepararon durante cuatro meses para aprender el lenguaje de las personas con discapacidad auditiva. El cuarto miembro de los Bélier, el joven Luca Gelberg, sí es sordo de nacimiento.
Pese a su buena voluntad y a un tratamiento adecuado de las personas con discapacidad, asociaciones en Francia que representaban a personas sordas lamentaron no contar con una representación fidedigna de sus protagonistas. Esto es, que Lartigau hubiese empleado a intérpretes realmente sordos.
El filme conoció el pasado año un remake estadounidense, CODA, que corrigió este error y reservó sus papeles protagonistas a actores sordos de verdad. Entre ellos destaca el trabajo siempre sobresaliente de Marlee Matlin, a la que conocemos de sus roles previos en películas como Hijos de un dios menor y series televisivas como El Ala Oeste de la Casa Blanca.