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Esta semana os traemos ‘La lista de las cosas imposibles’, de Laura Gonzalvo. Ganadora del Premi Carlemany 2021, y publicada de momento solo en catalán por Columna Edicions, relata la historia de Guim, un chico con tetraplejia esforzado en su recuperación. Y de la vida que siempre quiso haber llevado, vivida por Clara; la persona a la que, en su día, abandonó.

Clara y Guim son novios durante su último año de secundaria. Guim resuelve dejar a Clara convencido de que tiene muchas cosas que hacer. Vivir la vida y cumplir sueños y metas en los que una relación amorosa no tiene cabida. Meses más tarde, a raíz de un accidente, Guim adquiere una tetraplejia.

A lo largo de sus años universitarios, los dos protagonistas viven dos vidas bien distintas. Clara será la que recorra unos años más convencionales, con todas las experiencias que Guim soñaba para sí mismo: se ubica en el mundo, viaja de Erasmus, tiene numerosas relaciones…

Guim, por su parte, vive una vida que nada tiene que ver con lo que se había propuesto. Recorre toda la rehabilitación que le brindan centros médicos como el hospital de Vall d’Hebron o el Institut Guttmann, desde el shock inicial de su discapacidad hasta las sucesivas sesiones de fisioterapia.

Guim está dispuesto a conseguir vivir de la manera más autónoma posible. Esta es la historia de La lista de las cosas imposibles’, ópera prima de Laura Gonzalvo y ganadora del Premi Carlemany 2021, que otorgan el Gobierno de Andorra y Edicions 62:

Portada de la obra

«La mía no es una novela sobre grandes héroes, sino sobre las heroicidades modestas de las cosas pequeña», manifestó en una entrevista con ASPAYM. Esta es una novela sobre la discapacidad y sobre cómo recuperar la vida autónoma e independiente después de una lesión medular.

Desconocimiento

«Hay mucho desconocimiento sobre la tetraplejia, la gente se imagina lesiones realmente altas», valora Gonzalvo. La autora relata el camino que, desde Catalunya, se hace cuando una persona adquiere una discapacidad de este tipo: «Tras la fase inicial de Vall d’Hebron hay una fase de rehabilitación en Guttmann. A partir de ahí, una vez estabilizado el paciente, se ve hasta dónde puede llegar». En el caso de Guim, protagonista de la novela, «él quiere centrarse hasta ver a dónde le puede llevar la rehabilitación».

Los médicos lo frenan, por ahorrarle la frustración, pero Guim es tozudo: «Sigue erre que erre, no por intentar cosas que no puede, sino por ver hasta dónde es capaz de llegar», desvela su autora. Tras su fase hospitalaria, Guim resuelve adecuar su vida e iniciar por su cuenta la rehabilitación en casa. Comienza un proceso con el objetivo de conseguir la autonomía: ducharse solo, vestirse solo y comer solo. «Pasa 3 años cerrado haciendo esto», señala Gonzalvo. «Es su camino para reintegrarse socialmente en la vida».

El título del libro se explica por una conversación de Guim con la psicóloga del Institut Guttmann: «Esta le pregunta qué va a hacer ese año y él elabora toda una lista de cosas que quiere llevar a cabo. Hacer transferencias de la cama a la silla y de la silla a la cama. Sacarse el carné de conducir. Vestirse. Jugar a algún deporte adaptado…». El tema de las relaciones sentimentales no aparece en la lista ni Guim ni él lo manifiesta de un modo literal. Sin embargo, tiene claro lo que le revelan otras personas con lesión medular. Y es que nunca podrá estar con alguien que le haya conocido antes de su accidente.

Probar los propios límites

Éxitos y fracasos se suceden en los distintos objetivos que se marca Guim. Sin él cejar en su empeño por comprobar si es capaz, o no, de conseguir cada cosa que se proponga. Se narra una anécdota que le llega mientras se encuentra en Vall d’Hebron. La historia trata sobre la intensa rehabilitación que desarrolló un joven inmigrante ilegal para ganar tiempo hasta regularizar sus papeles y prevenir su deportación.

Esto le hace percatarse de que él tiene condiciones suficientemente buenas para lograr la codiciada autonomía. Guim quiere conocer sus límites reales, ver hasta dónde puede llegar solo y hasta dónde no. «No se conforma con lo que le dicen. Es consciente de que tiene buenas condiciones físicas: fuerza en los brazos para pulsarse, equilibrio, no pesa mucho…».

Guim quiere probarse a ver qué consigue. En los sucesivos años se encuentra en ocasiones con Clara. Ella, por su parte, está viviendo y aprendiendo todas aquellas experiencias que depara la juventud y por las que Guim finalizó su noviazgo. A priori, su relación es cordial, pero distante, y nada parecen tener en común. Además, y como Guim sabe, es imposible estar con alguien que le conociera previamente a su lesión: «La cuestión es que Clara también es, en sí misma, otra persona», advierte Gonzalvo. «Ella es alguien que también ha cambiado».

Ópera prima

La lista de las cosas imposibles es la primera novela de su autora. Casada con Pau Bach, fundador de Batec Mobility y persona con tetraplejia a nivel C5 C6, recibió la propuesta de escribir conjuntamente un libro con la historia de su vida como ejemplo de superación, en la categoría de no ficción: «Lo intentamos pero no lo conseguimos», confiesa. «A Pau no le interesaba darle lecciones a nadie». Sin embargo, su trabajo pronto le reveló que no tenía un proyecto de libro para explicar una vida, sino para contar una historia:

«Me di cuenta de que, cogiendo lo que conozco de la realidad, podía armar una historia que enganchara, que ayudara a visibilizar desde dentro lo que es una lesión medular». La narrativa ágil y casi audiovisual de Belén López Peiró (Por qué volvías cada verano) es una de las referencias de esta historia, si bien La lista de las cosas imposibles contiene un mensaje «más luminoso», en palabras de su autora. También tiene en su radar la literatura de Montserrat Roig, que visibilizó la literatura de puertas para adentro, muy focalizada en Barcelona y en la vida sencilla, real, de la gente que la habita. «Roig también puso mucho de su vida e inventó otro tanto, en un juego literario que siempre he encontrado muy interesante».

Con esta historia de ‘heroicidades pequeñas’, Gonzalvo asume que esta es «una historia de tantas». Con muchos temas que enfocar, muchas verdades, muchas realidades, la autora concluye que todos tenemos una ‘lista de cosas imposibles’: «Cada lesión es un mundo, una vida. Creo que he intentado mostrar esta diversidad, que se ve siempre cuando se está dentro y no consiste en aleccionar a nadie», remarca. «Todo es más sencillo de lo que parece: se trata de vivir, no de ser un superhéroe».

El libro se puede comprar aquí.

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