Conocemos algunas de las novedades en herramientas y dispositivos para vehículos adaptados, y las circunstancias más habituales que atañen a las personas con discapacidad
Los vehículos adaptados son una de las soluciones más demandadas y socorridas para la vuelta a la normalidad de las personas con discapacidad. Tanto en los casos de discapacidad congénita como adquirida, son una vía para recuperar la calidad de vida y manejarse en el entorno como el resto de la sociedad. «He visto a personas llorar cuando ven que pueden montarse de nuevo en su coche y volver a conducir». Son palabras de César Morte, gerente de Guidosimplex.
Esta empresa es una de las principales referencias de tecnología aplicada a vehículos para personas con movilidad reducida. «Se preguntan qué van a poder hacer mañana, y soluciones como la nuestra son capaces de darle vida».
«Brindamos el servicio después de que las personas reciban el carnet», explica Morte. «Es algo que les da mucha libertad». Salvo casos muy escasos y casi siempre vinculados a discapacidades adquiridas en accidente de tráfico, la actitud de volver a conducir es muy positiva. Sobre todo, en las mujeres: «Ellas son mucho más atrevidas que los hombres, suelen tener más ganas», asevera. Las más reticentes, claro, suelen ser las familias; «especialmente las madres o las parejas».
Herramientas para todo tipo de discapacidad
Las soluciones que ofrecen los vehículos adaptados se encuentran pensadas para todo tipo de discapacidad. Una de las demandas tradicionales más solicitadas es el sistema que combina aceleración-freno. Una única leva permite a la persona conductora accionar ambas funciones, y algunas incluyen bocina y bloqueo del freno.
Los aceleradores electrónicos se adaptan a todo tipo de necesidades. El aro sobre el volante es el que más se ha utilizado, pero existen alternativas como pulsadores para conductores que prefieren métodos diferentes. Una de las novedades en este sentido ha sido el acelerador inalámbrico, con control de gatillo mediante el movimiento de un dedo.
Los accionadores de freno también son dispositivos muy demandados. A las tradicionales palancas y empuñaduras se empiezan a imponer los electrónicos. También los embragues, con sensores en la perilla de la palanca de cambios, para facilitar el cambio de marchas.
El mundo de los mandos auxiliares facilita, como pocos, la vida de las personas con discapacidad. La mayoría funciona a través de sistemas infrarrojos, y reúnen en un único botón comandos para luces de posición y/o emergencia, intermitentes, claxon y limpiaparabrisas.
A día de hoy, destaca Morte, la mayor demanda se encuentra en los inversores de acelerador. También han aumentado las solicitudes de cajas de cambio automáticas, el ya mencionado freno de modo eléctrico o las soluciones para personas con tetraplejia. Estas abarcan desde empuñadoras con pomos en el volante a sistemas por voz.
«Ha aumentado mucho esta discapacidad», valora el gerente de Guidosimplex. Y es que, en ese sentido, se ha observado un incremento de la demanda por conducir de las personas con tetraplejia. Y no porque haya subido su siniestralidad, ya que los coches son cada vez más seguros. Sino por otros motivos como la mayor incidencia de ictus, sobre todo en gente joven.
Soluciones para el transporte
«Cada cuatro años se puede cambiar el vehículo, con todas las exenciones por discapacidad», valora Morte. «Los clientes van sabiendo lo que quieren, aunque al principio suelen venir con referencias que no se ajustan del todo a lo que necesitan». El gerente de Guidosimplex lamenta que en ocasiones los certificados médicos no aludan a la mejor solución para la autonomía y comodidad de la persona que va a conducir.
«Puede ser problemático que no se conozca lo que existe». Por suerte, Guidosimplex tiene capacidad de asesorar en ese sentido sobre la solución más óptima.
Al margen de los dispositivos de conducción ya mentados, la empresa ofrece también soluciones para entrar y salir de los vehículos. Grúas, rampas, rebajes, anclajes o plataformas elevadoras son diferentes respuestas para seguir garantizando la comodidad de los usuarios hacia los vehículos adaptados. Ya sean conductores o no.