Con motivo de los Juegos Paralímpicos que se celebran este año en Pekín del 4 al 13 de marzo, en Comunica ASPAYM hemos conversado con los dos representantes españoles, el catalán Pol Makuri y el asturiano Víctor González. Conocemos sus entrenamientos, sus pasados, sus presentes y sus perspectivas de futuro
Los Juegos Paralímpicos de Pekín 2022 tendrán dos representantes españoles: Pol Makuri y Víctor González. Los dos deportistas, procedentes de Catalunya y Asturias, han conversado con Comunica ASPAYM sobre su relación con el deporte, sus perspectivas y su discapacidad. Ambos compiten en la capital china del 4 al 13 de marzo.
P: ¿En qué momento llega el deporte a vuestra vida?
Pol Makuri (PM): En mi casa el deporte ha sido algo que me han inculcado desde siempre. Transmite muchos valores de disfrute y gozo de la naturaleza. Practico esquí de fondo desde los 6 años, y antes de entrar a nivel a competitivo jugué hockey sobre patines en un equipo sin discapacidad. Cuando mi parálisis cerebral me demostró que no podía dar más de mí en esa disciplina, busqué otra cosa.
Mi idea al volver al esquí de fondo no fue competir, sino mejorar a nivel técnico y disfrutarlo de forma interna: te diviertes con la gente que más quieres, estás en la naturaleza… También me ayudó a entender mi discapacidad, y cómo el entrenamiento facilita que salgan cosas que antes no salían. Un día conocí a una persona con mi misma discapacidad y me contó que había ido a una Copa Mundial. Ahí empezó a surgirme la pregunta: si él había podido ir, ¿por qué yo no?
Víctor González (VG): Yo he tenido la suerte de pertenecer a una familia muy deportiva, muy montañera. Recurrentemente hemos viajado a la villa de Pajares, en Asturias, para esquiar. Durante toda mi vida me he divertido esquiando, a veces he tenido hasta sponsors, pero no me dedicaba profesionalmente a ello, no ganaba dinero. En 2015 tuve un accidente de snowboard que me causó una lesión medular. A pesar de eso, he seguido practicándolo.
Además surfeo en el agua, pero con el esquí he visto la manera de competir. No tardé en saber que era a lo que me quería dedicar. Compagino mis entrenamientos con mis temporadas de profesor, lo convertí en mi manera de vivir: enseño snowboard en invierno y surfing en verano.
P: ¿Cómo encaráis estos Juegos Paralímpicos de Pekín 2022?
PM: Es mi primera vez en los juegos, llevo muchos años trabajando para estar aquí y lo siento como una nube de muchas emociones, muchos sentimientos. Es lograr un sueño en el que llevo muchos años trabajando. Lo cojo con mucha ilusión: es la competición mas grande a la que un atleta puede llegar, con toda la motivación que ello conlleva. Tengo muy clara mi discapacidad y lo que puede o no puede dar de sí. Sin embargo, la idea es dar lo mejor de mí junto a mi entrenadora, mi club y toda la gente que me apoya.
VG: En mi caso, son mis segundos juegos. En la primera ocasión no pude dar lo mejor de mí mismo, estaba obsesionado con volver con un diploma. Fueron malos resultados personales: demasiado entrenamiento y pocos descansos, no estuve orgulloso de mi trabajo. No conocía mucho el alcance de mi lesión y no sabia la mejor manera de entrenar. Aprendí que descansar también es entrenar. Por eso, en esta ocasión quiero acabar en cualquier posición pero feliz para quitarme aquel sabor de boca.
P: Competís en varias disciplinas. ¿Qué particularidad tiene cada una?
PM: En mi caso participo en las tres modalidades de esqui de fondo: estilo libre, 12,5km. sprint y 20 km. clásico. Por mi discapacidad no soy tan competitivo en skating como en clásico. La carrera reina para mí, tanto por distancia como por estilo, es el 20 km. clásico. Soy un atleta que encara mejor las pruebas de mayor kilometraje. Por mi tipo de entrenamiento y por mi tipo de discapacidad, trabajo mejor en un ritmo mas suave y con un rendimiento más prolongado.
VG: En boardercross a veces es cuestión de suerte. Al salir de cuatro en cuatro siempre puede caer alguien, por lo que puedes salir beneficiado, o no. En Banked Slalom no existe la suerte. En todo caso dependo mucho del circuito: cuando es técnico y corto me va muy bien, pero si es físico me va algo peor. La tendencia de los constructores es hacerlos muy largos, técnicos y físicos. Ello quiere decir que hay muchos saltos que dar y te obligan a moverte en el eje vertical muchas veces. Esto implica flexionar mucho el cuerpo y que con esfuerzo físico tengas que hacer mover la tabla: cabe la posibilidad de que a mitad de circuito yo no cuente ya con fuerza, y me tenga que dejar llevar.
P: ¿Qué os pasa por la cabeza cuando estáis inmersos en una de estas competiciones?
PM: Me gusta mucho entrar en competición, estar pendiente de cómo reacciona la parte derecha, sacar lo mejor en cada momento. Pensar en la competición es pensar en cómo sacar el máximo rendimiento a cada segundo, Sé que si en algún momento me distraigo pensando en otra cosa fuera de lugar, mi brazo derecho o mi pierna derecha me avisan de que necesitan toda mi atención en esos instantes. En los Mundiales me quise centrar en los compañeros de detrás y ya me avisó la pierna de que no, que ya tenía yo bastante con lo mío. Desde el segundo 0 hasta llegar a la meta tienes que ir totalmente concentrado.
VG: Intento pensar en que el trabajo ya está hecho, que no me puedo comer la cabeza a la hora de la salida. No voy a poder hacer nada físicamente que cambie el resultado. Solo puedo visualizar bien la estrategia, a los competidores, apostar por mi experiencia deportiva, que a lo mejor mis competidores no tienen, y sacar provecho de ello.
P: ¿Cómo ha sido vuestro entrenamiento para estos Juegos Paralímpicos de Pekín?
PM: Bueno, como he dicho antes, mi tipo de entrenamiento requiere un ritmo suave y un rendimiento prolongado, por mi discapacidad. Al margen de eso, ha sido de estar totalmente centrado para estos juegos.
VG: Aprendiendo de los errores pasados. Subo con una app a pistas que me dice los metros de desnivel que hago, me dice cuando llevo mas de 2000 metros esquiados, y aunque al cuerpo le apetezca seguir esquiando me voy para casa. Me he centrado en trabajar más los descansos que los entrenamientos.
P: Pol, vas a presentarte también al Consejo de Deportistas del Comité Paralímpico Internacional. ¿Cómo vas a significar tu candidatura?
PM: Soy un atleta con vida inclusiva desde siempre, llevo muchos años haciendo campeonatos ordinarios e inclusivos, compitiendo con gente sin discapacidad. El deporte tiene que ir hacia una vía inclusiva que es factible, llevo toda mi vida luchando por eso. He visto de primera mano que se puede hacer: cada discapacidad es un mundo distinto, pero se puede competir con gente sin discapacidad. Tener la oportunidad de presentarme me servirá para defender que tener una discapacidad a nivel internacional puede estar valorado de distintas maneras. En el consejo aportaré mi visión, que puede que un técnico no tenga. Intentaré trabajar, sacar proyectos y dar pasos en esta dirección.
P: La última pregunta, para ambos. ¿Cuál es la importancia de la representación de la discapacidad en un ámbito como el deporte?
PM: Para mí, el deporte me ha ayudado mucho a darme cuenta de lo que me pasa y hasta dónde llega la discapacidad. Es una oportunidad de conocer mucha gente distinta, con historias muy diferentes, reales, y contar su experiencia. Pienso que el deporte a nivel de personas con discapacidad sirve para entender tu propia discapacidad y para ver a gente en situación parecida a la tuya y tirar para delante. Hay cosas que cuestan, por supuesto, pero se puede lograr el sueño a base de esfuerzo, trabajo y sacrificio, todo es posible. Por tener discapacidad no tienes por que quedarte en casa y ver cómo otros logran sus sueños. Se pueden lograr mil cosas. Y volviendo a mi caso personal, es muy gratificante poder representar la parálisis cerebral por primera vez en los paralímpicos de invierno a nivel español.
VG: No hay cosa más importante que demostrar con el deporte lo que somos capaces de hacer. Ni siquiera las personas con discapacidad conciben lo que son capaces de conseguir a nivel deportivo. En estos momentos, que alguien con discapacidad vea los juegos paralímpicos de Pekín tiene que ser una gran motivación. También es importante que nos vea la gente sin discapacidad. Me gustaría reivindicar figuras como la persona que trabaja de guía para los deportistas ciegos. Su labor es muy representativa de lo que tendría que ser la sociedad: ese apoyo para poder conseguir que las personas con discapacidad lleguen a la meta. Otra figura que quiero reivindicar es la de los medios de comunicación: su altavoz pone de relevancia las cosas que hacemos. Para mí eso ha sido la madurez deportiva: conseguir transmitir esas sensaciones a otras personas, eso es algo más valioso que cualquier medalla.