El rol de la educación, tanto en igualdad como en no discriminación a mujeres, otras razas o sectores de la sociedad con discapacidad, es esencial. Una correcta formación en valores puede moldear a las generaciones del mañana en el respeto y la empatía. Estas bases pavimentarán nuestro trayecto hacia una igualdad plena.
Lara Oltra, maestra y directiva de ASPAYM Comunidad Valenciana con lesión medular D4, es nuestra protagonista hoy de la serie de entrevistas #CaminoAl8M. Reflexiona sobre el valor de la pedagogía, la igualdad y sus barreras como mujer con discapacidad.
¿Cómo contemplas las perspectivas ante este 8M?
Esperemos que desde Valencia se pueda volver a hacer la manifestación para reivindicar los derechos de la mujer. Aún no sabemos si la van a autorizar o no. Si es así, acudiré a manifestarme como he hecho todos los años antes de la pandemia.
¿Cuáles consideras que han sido las mayores conquistas en igualdad hasta la fecha?
El derecho al voto fue una gran conquista. También destaca la incorporación de la mujer en el mundo laboral, o que en la política muchos partidos ya cuenten con nosotras, aunque estos sigan siendo minoría. Y no olvidemos que al gobierno aún no ha llegado una presidenta. Aun así, tenemos que luchar a diario por la igualdad. Falta que, en las empresas privadas, se consiga un empoderamiento total de la mujer que nos equipare con el hombre.
Contra las barreras
¿Qué barreras sigue habiendo hoy día para las mujeres, con o sin discapacidad?
El hecho de estar embarazadas y criar hijos ha sido siempre una barrera en las empresas privadas. Muchas veces no han querido ni contratar a mujeres por no darles la baja de maternidad. Por suerte hoy los hombres tienen una baja de paternidad más extensa y que antes no estaba, con lo cual ese avance nos favorece. En el tema de la mujer con discapacidad, lo mismo, y además las barreras arquitectónicas que te puedes encontrar día a día, sobre todo en entidades privadas. Lo publico suele estar un poquito mejor adaptado.
¿A qué obstáculos te refieres?
Pienso en los colegios en los que he estado cuando era maestra. Había patios en mal estado, gravilla que te atascaría la silla de ruedas; escalones y bordillos sin rampa, no había ascensor… Y yo vivo en la ciudad, donde las aceras están más o menos bien, si no puedo entrar en un comercio siempre hay alternativas… Pienso en las mujeres de zonas rurales y en ese caso es más difícil: aceras demasiado estrechas o en mal estado, bordillos y rampas demasiado pronunciadas, coches mal aparcados… Y olvídate de entrar a una carnicería, a la droguería, a por el pan… Todos los establecimientos tienen su escalón.
¿Como persona con discapacidad, qué más barreras encuentras en tu día a día?
Hay sitios públicos con baños que no están bien adaptados. O cuando vas al teatro, o te ponen en la primera fila o quitan la butaca donde hay peor visibilidad y te colocan ahí, con silla. Eso sí, la localidad la pagas como todos.
¿Y al margen de las arquitectónicas?
Hay mucho desconocimiento en la sociedad de lo que supone ser una persona en silla de ruedas. Piensan «Qué pobre, qué lástima, lo que le ha tocado…». Deseas que, en lugar de decir esas cosas, tuvieran otra perspectiva, pero. no saben lo que puedes llegar a hacer. Yo me siento independiente y puedo serlo más que una persona que camine; haciendo muchas cosas, llegando a ser feliz, y sin meterme en la vida de los demás. También es cierto que hay gente que ayuda, que te pregunta. Por fortuna, hay más personas así que de las otras.
El valor de la educación en la igualdad
Como maestra, ¿qué papel dirías que juega la educación en la igualdad y contra la discriminación de las mujeres y de las personas con discapacidad?
La educación, tanto en colegios como en institutos se trabaja desde siempre. Hay programas adaptados dependiendo de la edad: para infantil, para primaria… A la semana del Día de la Mujer se da mucha importancia, y aunque también se trabaja a lo largo del año la no discriminación de las personas con discapacidad, no se hace un acto de conmemoración. Pero el respeto o la no discriminación son cosas que hay que inculcar desde bien pequeños. Por eso es fundamental la educación en la igualdad Mis sobrinos han crecido viéndome en la silla y lo ven normal.
¿Cuáles consideras que deben ser los próximos pasos, a corto y medio plazo, para una igualdad plena de las mujeres con y sin discapacidad?
Como he dicho antes; el empoderamiento total de la mujer en el mundo laboral, sobre todo en las empresas privadas, porque en el sector público esa igualdad existe. También creo que en las empresas privadas no hay tantas personas con discapacidad, tengo la sensación de que trabajan mas en el ámbito público. Y, de nuevo, un ámbito en el que me gustaría ver a más mujeres con discapacidad es en los partidos políticos. Estamos capacitadas con este mundo.