Como psicóloga de personas con lesión medular es un referente, y desde la pasada semana nos quedamos con su adiós. Mª Ángeles Pozuelo Gómez (Ceuta, 1953) se jubila del Hospital Nacional de Parapléjicos tras 33 años de actividad.
Pozuelo es licenciada en Psicología y especialista en Psicología Clínica. A sus espaldas quedan las mejores experiencias, buenas mochilas de aprendizaje y grandes dosis de empatía y comunicación.
LLlegó a Toledo en mayo de 1980. Antes de comenzar a trabajar en el Hospital Nacional de Parapléjicos (1 de agosto de 1989), había trabajado en distintos ámbitos, entre ellos la terapia sexual y marital, así como en los campos de la educación y de la salud infantojuvenil. Cuenta, además, con el blog Afrontando la lesión medular. Conversamos con ella sobre su trayectoria.
¿Cómo le lleva la vida hasta Toledo?
Dejé el Hospital Clínico en Madrid, mi marido es médico y sacó una plaza en Toledo. Desgraciadamente, hubo una convocatoria de plaza para el Centro de Especialidades en Toledo que vi fuera de plazo, y tuve que irme a Ciudad Real 3 años. Más tardé regresé y salió la convocatoria para una plaza en el Hospital Nacional de Parapléjicos. He trabajado en varias áreas a lo largo de los cuarenta años de profesión, el trabajo donde he ejercido durante más años y el que más me ha gratificado, ha sido el del Hospital de Parapléjicos.
¿Qué diría que ha aprendido en sus más de 40 años de profesión?
Se aprende cada día porque cada paciente es único lo que requiere de una gran plasticidad desde el punto de vista profesional así como de experiencia para hacer, por así decirlo, una traje a la medida de cada paciente. Es apasionante la variedad de retos que ofrecen los pacientes: cada persona tiene tal potencial que como psicóloga debes hacerles ver las riquezas que no saben que tienen. Extraes lo mejor de ellos, hasta que comprenden que la vida tras la lesión, sí, va a ser diferente, pero no tiene por qué ser peor.
Piensa siempre en este trabajo como un regalo…
Me suele gustar decir que para mí, el Hospital Nacional de Parapléjicos ha sido como el zapatito de Cenicienta. Un trabajo a mi medida. Me he sentido muy bien, muy a gusto. De todos los trabajos que he desempeñado, este es sin duda, el que más gratificaciones me ha reportado. Además, ha sido el trabajo que encajaba con mi perfil de personalidad, mi modo de entender la vida y mis creencias. Como hemos visto la pasada semana, es fundamental la humanización. Humanizar para mí es fácil porque trato al paciente como a mi me gustaría que me trataran. Me he volcado en la profesión, y sobre todo en los pacientes. Ha sido un trabajo muy vocacional. Tenía colgado un corazón de fieltro en la puerta lo que creo que encajaba con mi filosofía de trabajo. Trabajar no sólo eficaz y eficientemente sino también afectivamente,
Perfil de los pacientes
¿Cuál es la diferencia esencial con el paciente habitual de un psicólogo?
Aunque no lo parezca, no tiene nada que ver su tratamiento con el de personas con problemas de salud mental. Aquí abordas a personas potencialmente sanas, cuyas vidas se han truncado en un momento por una lesión medular. La corriente psicológica que mejor se puede aplicar con estos pacientes sería la Logoterapia (Viktor Frankl) en esa búsqueda del sentido de la vida y de la existencia. Aquí asistimos continuamente a gente que no sólo superan el trauma impuesto por la lesión medular sino que, incluso, experimentan un crecimiento postraumático.
¿Es por eso tan gratificante?
Efectivamente es un trabajo muy estimulante porque los pacientes y su familias te devuelven mucha gratitud por el trabajo que realizas. Es muy gratificante ver los resultados de tu trabajo viendo que los lesionados llegan a poder rehacer sus vidas y ser felices. Algunos no vacilan en manifestarte que son más felices que antes, eso es muy generoso y muy bonito. También porque hemos invertido en una escucha y comunicación que es fundamental para el paciente.
Visión del paciente
¿Qué busca la persona con lesión medular cuando va a la psicóloga?
Ellos, inicialmente,piensan que tienen un daño físico lo que hace que les cueste entender la importancia de la rehabilitación psicológica. A esto se añade el tabú de acudir al psicólogo. Si el paciente confía en tu experiencia y profesionalidad y se abre, después va comprendiendo el por qué de la intervención psicológica. Es importante la vinculación con el paciente y el hecho de que le agradezcamos que nos deje entrar en su vida. Las intervenciones se negociarán con el paciente. En unos casos solo requerirán los ajuste necesarios para superar la crisis provocada por el acontecimiento traumático y en otros habrá que intervenir en un nivel más profundo para resolver conflictos que previamente no estaban resueltos para los que el paciente nunca antes había pedido ayuda.
¿Se trata diferente a un paciente según su lesión?
El afrontamiento de la lesión está más condicionado por las diferencias individuales y los estilos previos de afrontamiento ante situaciones adversas vitales que por el alcance del nivel de la lesión. No se desenvuelve mejor quien menos lesión tiene, sino quien tiene las herramientas porque las ha aplicado en otros momentos de vida.
El locus de control.
El locus de control es un concepto que hace referencia al modo en el que las personas tenemos el control sobre nuestras vidas. Así un buen locus de control interno está relacionado con la postura más optimista en el que la persona piensa que puede influir en el devenir de su vida y seguir construyendo. En el lado opuesto, estaría el perfil tipo del locus de control externo, que tiene que ver con las personas más catastrofístas que se centran más en el por qué me ha pasado a mí. Son personas con peor pronóstico de adaptación.
¿Qué relevancia cabe darle al entorno familiar?
Cuando el paciente contrae la lesión medular, todo el sistema familiar queda parapléjico de algún modo. De ahí, la importancia de trabajar con la familia desde el comienzo.
¿Qué factores determinan los pronósticos de adaptación?
Los jóvenes tienen mejor pronóstico de adaptación. Los que peor afrontan son las personas mayores en los que a los déficits de la lesión se suman las pérdidas asociadas a la edad (cognitivas, motoras, sensoriales). Asimismo, será más fácil afrontar la lesión y las secuelas derivadas de la misma para aquellas personas que apenas tengan que “desmontar” sus vidas. Hay personas que además de dichas perdidas, han perdido la pareja o algún hijo, amigos, el empleo y han visto reducido su nivel adquisitivo. Aún así, hay personas con situaciones catastróficas que superan el tema de modo asombroso.
Trato humano
Antes ha mencionado lo fundamental que es la humanización en la asistencia a personas con lesión medular
El Hospital Nacional de Parapléjicos que conocí hace 33 años en nada tiene que ver con el de ahora. Antes era todo más familiar. Hemos pasado de llevarnos a una persona con lesión medular a nuestra casa un fin de semana porque estaba solo, a desconectar completamente cuando se sale a las tres de la tarde. Hay que buscar el equilibrio, ninguno de los dos extremos es el más idóneo. Se han perdido los pilares básicos de la comunicación con el paciente. La atención se ha despersonalizado. Nos encontramos muchas veces con que se olvidan los requisitos mínimos de una buena comunicación como presentarse, mirar al paciente a la cara y realizar una escucha activa. A veces el profesional se esconde tras la pantalla del ordenador y la entrevista se reduce a la petición de una batería de pruebas.
Ahora parece que también damos mayor importancia a la figura del psicólogo y a la salud mental…
Aún hay muchos estereotipos en torno a la salud mental. Sigue habiendo un miedo a que el psicólogo entre en tu vida. Pero sí, ha ido mejorando. Además, está cada vez más presente la salud mental en los medios de comunicación. Quizá por ello también se vea menos rara la atención psicológica.
Protocolo de atención de una psicóloga a un paciente con lesión medular
Aunque hemos convenido en que existen numerosas variables, ¿cuál es el protocolo de asistencia de una psicóloga en pacientes con lesión medular?
La atención al lesionado medular cuando ingresa, entra dentro del protocolo de acogida al lesionado. Eso nos facilita hacer la acogida al paciente a sus 24 o 48 horas de entrada al hospital. Después negociamos su seguimiento: lo normal es que sea individual y semanal. Pero a veces pactamos quincenal, cada 3 semanas o mensual. Lo importante es verlos desde el ingreso hasta el alta y dejar claro al paciente cuál va a ser nuestra labor. “Acompañarlo en un proceso de duelo a lo largo del proceso rehabilitador”.
¿Hay algún orden específico en sus prioridades?
En cada momento tiene necesidades diferentes: la rehabilitación Psicosexual o el Programa del paciente “experto” no se abordan según llegan. Hay que ver qué trae el paciente cuando llega (recursos, capacidades, estrategias) y escuchar cuáles son sus prioridades: hay quien llega pensando en la eutanasia, quien piensa en el control de esfínteres. En el acompañamiento de este duelo lo importante es ver cómo se manejan en una situación de cambio. En principio están centrados en un cuerpo paralizado y la pérdida de la movilidad es lo que más les preocupa. Después van tomando conciencia de la pérdida de la sensibilidad y del control de esfínteres. Además, habrá pacientes que tengan que vivir con dolor y/o espasticidad lo que va a condicionar mucho su calidad de vida.
Antes has mencionado al paciente experto. En la asistencia psicológica, ASPAYM desarrolla proyectos con la aportación de tutores veteranos como la Atención al Lesionado Medular, que pronto verá la luz a través de una app gracias a la I Convocatoria de Ayudas OFESAUTO…
Creo que el del paciente experto es un recurso terapéutico muy potente. Que un veterano venga a abordar las necesidades de otra persona con lesión medular vale mucho. Ven a alguien sentado en una silla de ruedas, con lesión medular, y a veces su impacto tiene más potencial que tu trabajo terapéutico como psicóloga. Es extraordinario lo que pueden aportar.