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La terapia celular NC1 continúa, como ya os hemos contado, su recorrido en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda. Esta línea de investigación científica es una de las más ambiciosas en la mejora de la calidad de vida de las personas con lesión medular. Tras varios retrasos provocados por la pandemia o el trágico fallecimiento de uno de sus responsables más notorios, el doctor Jesús Velasco, la Comunidad de Madrid anuncia el arranque de su fase de tratamiento.

El éxito de los ensayos clínicos «confirmó el beneficio de los pacientes en dolor, sensibilidad y alteración esfinteriana». Son declaraciones a ASPAYM del neurocirujano Gregorio Rodríguez-Boto. «En la esfera motora ha sido un beneficio menor», añade. Con todo, para ellos «es una satisfacción arrancar ya como tratamiento establecido». Culmina así un proceso perjudicado por la pérdida del doctor Vaquero y los retrasos del COVID. El trabajo de los sanitarios se ha visto acompañado por la implicación de la Comunidad de Madrid, la Fundación Mapfre, la Fundación Rafael del Pino y la Asociación APYNME.

Doctor Gregorio Rodriguez

El perfil de pacientes candidatos a recibir este medicamento es de 18 a 65 años, con lesiones medulares crónicas y clínicamente incompletas. Su origen ha de ser traumático; y el daño vertebral, dorsal o lumbar. «En este primer año tenemos que tratar a 40 pacientes por completo», se marca el doctor. «Esperamos llegar a julio de 2022 con todos los pacientes tratados».

Una vez cumplido el objetivo, los responsables reportarán a la Agencia Española del Medicamento con un análisis interno. Esta entidad dará las indicaciones precisas para aumentar las muestras: «De ellos dependerá que comencemos a tratar las lesiones completas, o aquellas de daño a nivel cervical».

Células madre

Hasta la fecha, 17 son las personas con una primera dosis de la terapia celular de Puerta de Hierro. Para recibir la segunda, deben transcurrir al menos 3 meses. Una de las 12 personas con pauta completa es Mariano Fugillo. Este varón de 48 años tiene lesión medular D12 L3, y terminó su tratamiento en diciembre de 2019.

«Resulta difícil determinar las mejorías, son avances de día a día que casi no te das cuenta», señala. Por su experiencia, nota los mayores beneficios en la evacuación y el control de esfínteres. «A pesar de la lesión, mi visión es la de éxito por haber podido entrar en este ensayo», asevera. «Fue un reto personal vivir esta experiencia en la que pude dar lo mejor de mí, y por la que estaré siempre agradecido a la sanidad española». Fugillo sigue con perspectiva de mejoría: «Quiero seguir viviendo día a día de la manera más independiente posible, sin dejar de entrenar para no perder funciones ni autonomía».

Desde el Hospital Puerta de Hierro remarcan que la prioridad de estos medicamentos no es recuperar la movilidad. Estos tratamientos se dirigen principalmente a beneficiar el día a día de las personas con lesión medular. «Nosotros no esperamos que los pacientes vuelvan a andar, sino mejorar su calidad de vida», remarca el neurocirujano Rodríguez-Boto. La Unidad de Terapias Avanzadas (UTA) de la región ya ha recibido un total de 78 solicitudes para este tratamiento.

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