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¿Cuál es la ciudad europea más accesible? Un año más, Europa arroja esa pregunta para calibrar la integración urbana de calles y espacios públicos. Es decir, de todas aquellas propuestas de ciudad imaginadas teniendo en cuenta a las personas con discapacidad. No solo sus posibilidades de moverse plenamente incluidas; también de participar al máximo de lo público en sociedad.

Desde 2010, la Comisión Europea organiza este premio que, en sus palabras, «reconoce y celebra la voluntad, la capacidad y los esfuerzos de una ciudad para hacerse más accesible». El continente estima en 87 millones el número de personas europeas con discapacidad. Este reconocimiento busca visibilizar las propuestas de accesibilidad en entornos urbanos.

Para entender lo que Europa considera accesible, se trata de una ciudad en la que las personas con discapacidad puedan utilizar los transportes públicos. Ya sean buses, metros o tranvías. También se valoran las posibilidades de brindar información y de disfrutar de parques y zonas de juego y ocio.

Por último, accesible significa poder entrar plenamente en edificios públicos como la biblioteca, el pabellón de deportes o el ayuntamiento y sus alrededores.

La organización en pos de la ciudad europea más accesible premiará a 3 ciudades, elegidas por un jurado europeo. Previamente, respectivos jurados nacionales propondrán candidatura única de su Estado miembro para facilitar el trabajo. De las 3 finalistas; la primera recibirá un premio de 150.000€. Las dos siguientes; de 120.000€ y 80.000€, respectivamente. El plazo de presentación de candidaturas está abierto hasta el 8 de septiembre, incluido.

Criterios de valoración

Entre los requisitos, la persona al frente del consistorio debe ser la firmataria de la candidatura. Además, la ciudad no debe haber sido premiada en los 5 años previos del certamen. Por último, se exige que el núcleo poblacional comprenda al menos 50.000 personas, aunque se aceptan candidaturas conjuntas de municipios estratégicos, si con ello se supera esa cifra.

Turismo accesible sostenible

El jurado valorará la ambición en la accesibilidad de cada espacio urbano a concurso. Para ello, analiza cuatro áreas: las zonas urbanizadas y espacios públicos, el transporte y la infraestructura conexa; la información y la comunicación, incluidas las TIC; y los establecimientos y servicios públicos.

Para el premio serán relevantes tanto aquellas acciones aplicadas como aquellas en fase de planificación.

Además, se valora el nivel de compromiso de cada estrategia. Esto es, que los cambios emprendidos en accesibilidad formen parte de un marco mayor, y no sean meras ejecuciones aisladas.

Otro aspecto muy valorado es la repercusión: que las iniciativas acometidas tengan impacto demostrable y positivo en las personas con discapacidad. Cada ciudad verá impulsada su candidatura si es capaz de enriquecerla con ejemplos específicamente orientados a este sector de la sociedad. A su vez, deben defender la calidad y sostenibilidad de sus resultados. Esto es, su ajuste al marco legislativo y su solidez ante evaluaciones periódicas.


La importancia de contar con personas con discapacidad

El último criterio para valorar la mejor ciudad europea accesible evalúa la implicación de las personas con discapacidad. En otras palabras; la participación de estas en la planificación, la aplicación y el mantenimiento de las políticas de la ciudad.

Para esto, la organización del concurso predica con el ejemplo. Así, el jurado nacional tendrá entre 3 y 5 integrantes. De entre ellos, habrá un representante del Consejo Nacional de la Discapacidad, un representante de una administración nacional responsable de las políticas en materia de discapacidad y un experto en accesibilidad. Además podrá contar con un presidente y un experto en envejecimiento de la población.

Por su parte, el jurado europeo tendrá un mínimo de 3 personas. De ellas, 2 pertenecerán a entidades estratégicas como el Foro Europeo de la Discapacidad o la Plataforma Europea AGE. Además, se perseguirá contar con expertos en construcción de zonas urbanizadas y espacios públicos, en transporte e infraestructura conexa, en las TIC y en establecimientos y servicios públicos.

ASPAYM aplaude esta implicación, que nuestra presidenta Mayte Gallego destacó en nuestra serie de propuestas lanzadas a Europa: la participación política de personas con discapacidad en decisiones relevantes. «Solo con la implicación activa en la toma de decisiones se consiguen ambiciosas políticas transversales verdaderamente inclusivas», declaró.

Para participar en este premio, podéis acudir al siguiente enlace.

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