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La ginecología debería ser accesible, sostiene Marta Muner. La doctora y obstetra del Hospital La Paz impartirá hoy martes a las 17.00 horas una charla sobre Ginecología y Discapacidad. Organizada por ASPAYM Madrid y la Fundación del Lesionado Medular, puede seguirse de modo online y gratuito a través de este enlace.

«Llevamos esto a cabo con la idea de hacer una atención integral a la mujer», explica la doctora a Comunica ASPAYM. «Existen ciertos falsos mitos como que las personas con discapacidad o con lesión medular no necesitan o no pueden utilizar anticonceptivos», señala. También considera pertinente incidir en estos temas ya que, a su juicio, «se presta más atención a otros problemas médicos de tipo urológico que, por ejemplo, a una menopausia».

Son asuntos que «pueden llegar a afectar a su calidad de vida o a su relación de pareja, además de causarles dolor», señala. En la experiencia de Muner dentro del campo de la obstetricia, lo habitual es encontrarse con miedos e inquietudes «más en el entorno que en las propias parejas».

Bajo su punto de vista, «las parejas tienen más experiencia y recursos para gestionar su propia situación». Ello no quita que, de cara al embarazo, surjan los habituales nervios de que salga todo bien y tener un niño sano. «También aparecen miedos más personales, sobre si serán capaces de poder atender a ese niño de la manera que necesita», explica.

Hoy a las 17.00 horas tendrá lugar la sesión de Ginecología y Discapacidad con Marta Muner, organizada por ASPAYM Madrid y la Fundación del Lesionado medular. En el encuentro se reservará un espacio para resolver dudas y preguntas de las personas asistentes. Presencialmente se podrá asistir también, desde el Salón de Actos de la Fundación del Lesionado Medular, mediante inscripción previa en el correo administracion@aspaymmadrid.org. Además, se puede reservar plaza telefónicamente, a través del 91 477 22 35 (extensión 2).

Eliminar barreras del ámbito sanitario

Marta Muner trabaja en La Paz y comprende la importancia de una ginecología accesible: «Ahora mismo se están desarrollando unas obras en el metro y no hay ascensores, por lo cual no se puede subir de la estación al hospital», denuncia. Eliminar las barreras arquitectónicas del ámbito sanitario es fundamental: «Hay consultas en las que las puertas son muy justas para las sillas de ruedas, o hay que mover las camillas y mesas para poder atender a las pacientes… Fácil no es», admite.

A la hora de atender en esta área a una persona con lesión medular señala Muner que el principal problema está en la espasticidad. «Es quizá lo que mas complicaría una consulta de ginecología, ya que necesitamos que la persona abra las piernas y pueda mantener la postura; si no, es complicado mantener la exploración». Otras situaciones que pueden darse, menos frecuentes, es tratar a personas con fallos en la regulación del sistema autónomo.

Muner no deja de incidir en la importancia de los cribados de cáncer ginecológico; establecidos para la población general, que todo el mundo debe hacerse. También las mujeres con discapacidad. Recuerda que uno es el cribado de cuello de útero (citología), que debe hacerse cada 3 años todo el mundo a partir de los 25 años.

El otro cribado es de cáncer de mama, o mamografía; «que debe hacerse bianualmente desde que se han cumplido los 50». Aunque no esté establecido en ninguna guía que por hacer más cribados se detecten más, «es una oportunidad cuando se va a la consulta y se hace una ecografía, se ve que está todo bien y se descarta que no haya ningún problema».

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