El Gobierno ha aprobado una serie de ayudas para estudiantes con discapacidad de a partir de 400€. Este apoyo educativo viene validado por el Consejo de Ministros y se prevé que repercuta en más de un millón de estudiantes. El total de las becas asciende a 2520 millones de euros, y se dirige a las personas que cursan estudios no universitarios.
Esto es, al alumnado de los niveles de segundo ciclo de Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato. Además, se aplica también a quienes cursen ciclos formativos de Grado Medio y de Grado Superior, ciclos formativos de Grado Básico y FP.
Estas ayudas, compatibles con otros apoyos económicos, quedan reflejadas en el Real Decreto por el que se establecen los umbrales de renta y patrimonio familiar.
El texto, publicado en el BOE, también fija las cuantías de las becas y ayudas al estudio para el curso 2023-2024. Así, cada estudiante con necesidades específicas de apoyo educativo podrá disponer el próximo curso de 400 euros de subsidio universal para gastos adicionales de carácter general.
A estos se sumarán hasta 1.795 euros para residencia escolar; 862 euros de ayuda de enseñanza, 574 euros de ayuda de comedor escolar, y hasta 204 euros de ayuda para material escolar. En cuanto al transporte, las cantidades fluctúan con topes de 617, 442 y 308 euros, suponiendo que sea transporte escolar, de fin de semana o urbano, respectivamente. Las reeducaciones pedagógicas y del lenguaje contarán con apoyos de hasta 913 euros
Una ayuda para (no todas) las familias
Estas ayudas para estudiantes con discapacidad a partir de 400€ tienen un propósito claro. Se trata de «ayudar a familias cuyos hijos precisan residir fuera del domicilio familiar para estudiar o tienen alguna necesidad educativa específica», recoge Europa Press. Se trata de dar apoyo en «los esfuerzos económicos adicionales que asumen, especialmente en el actual contexto, con una grave crisis energética y su impacto en el coste de la vida».
Sin embargo, a pesar de la inmensa buena noticia que son estas subvenciones, aún podrían mejorarse. Así lo ha manifestado CERMI, que pide también que dicha partida se extienda a estudiantes con discapacidad inferior al 33%. Con todo, su presidente, Luis Cayo Pérez Bueno, es optimista: «Esperamos que esta línea se mantenga, se consolide y se institucionalice hacia el futuro y que pueda ser el inicio de otras políticas de ayudas mejores que tenemos en agenda».
En líneas similares se ha manifestado Plena Inclusión, que ha defendido la necesidad de actualizar anualmente estas ayudas, formar al profesorado y adaptar los centros educativos.