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Una guía para empresas con personas trabajadoras enfermas crónicas. Esa es la última publicación de la Plataforma de Pacientes (POP); un documento concebido para dar perspectiva a los empleadores sobre el día a día de las personas a su cargo con enfermedad crónica. El texto es producto de una colaboración de la POP con Malta Health Network, financiada por la Unión Europea.

Como defiende la guía, «desarrollarse en el ámbito laboral es una vía para alcanzar una mayor calidad de vida». Esto se debe a que «sentirse activo y productivo tiene beneficios sobre la salud física y mental». Por ello, el trabajo de las empresas se ha centrado en una abundante oferta en recursos y herramientas «para contribuir a la promoción y mejora de la salud en los entornos de trabajo». También a la prevención de enfermedades derivadas de la actividad laboral. Sin embargo, «la promoción de la inclusión de las personas con enfermedades crónicas en el ámbito laboral no se ha desarrollado en la misma medida», denuncia el documento.

En Europa, la guía estima que una de cada tres personas de entre 16 y 64 años tiene una enfermedad o problema de salud de larga evolución. Ese porcentaje, del 27,6%, es ligeramente superior en el caso de España, que aumenta hasta el 30%. En todos los casos, el número de mujeres con enfermedad es mayor que el de los hombres.

El impacto de una enfermedad crónica

Esta guía para empresas también mira al impacto de las dolencias sobre las personas enfermas crónicas. Al convivir con esta situación de cronicidad durante toda su vida, las trabajadoras ven afectadas sus esferas vitales en lo emocional, lo familiar, lo social y lo laboral. De acuerdo a los datos recopilados por este documento; el 30% de las personas solicitan información sobre la posibilidad de gestionar la incapacidad permanente. Por otra parte, el 20% de las consultas son realizadas por pacientes que no quieren perder su trabajo actual.

Para promocionar la salud en el entorno laboral, existen herramientas como el CHRODIS PLUS. Existen además amparos legales para las enfermas crónicas que quieren trabajar en las empresas, indica la guía. La Ley de la Discapacidad garantiza que en España toda entidad pública o privada con una plantilla superior a 50 personas trabajadoras debe contar entre su plantilla con un número no inferior al 2% de personas con discapacidad.

Como alternativa, existe la compra de bienes o servicios a un centro especial de empleo. Además, cabe la posibilidad de acogerse a una donación o a acciones de patrocinio a asociaciones de utilidad pública o fundaciones que tengan como objetivo la empleabilidad de las personas con discapacidad.

Se puede consultar la guía al completo aquí.

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