Un año más, noticias agridulces para los datos de paro de las personas con discapacidad. En el último ejercicio, correspondiente al año 2022, la cifra se situó en el 21,4%, lo que supone el registro más bajo desde 2014. Sin embargo, a pesar de la aparente enhorabuena que conlleva este nuevo mínimo histórico, la cuantía contrasta con el dato de la población general. Y es que, en ese mismo año, la tasa de paro de los hombres era del 11,3% y la de las mujeres del 14,8%.
Son datos del informe ‘Radiografía del mercado laboral de las personas con discapacidad’ recogidos por una nota de Servimedia y facilitados por medios como 20 minutos. Este estudio ha venido realizado por la Fundación Randstad junto a Randstad Research, a partir de los últimos datos facilitados por el Imserso y el INE en 2022.
De acuerdo al análisis de Randstad, el número total de parados con discapacidad fue de 146.400 personas. Con esta cifra en la mano, la cuantía supone un descenso de 3.700 personas respecto a 2021.
Esta cifra es todavía más significativa si se compara con los registros desde 2014, que reflejan que, desde entonces, más de 45.000 personas han salido de la situación de paro.
Dinámicas que alejan del empleo
En España, las personas con una discapacidad reconocida suponen un 7,1% de la población total. En correlación, la población activa se mueve en torno al 6,3% del total en edad de trabajar. Este porcentaje se mantiene estable respecto a 2021, pero que supone un crecimiento de más de 200.000 personas en los últimos ocho años.
Un informe anterior del mes de enero de este año, elaborado por Adecco, estipula que el número de personas con discapacidad con empleo alcanza una cifra de 538.717 ocupados, un 55% más que hace una década. Este estudio también se basa según los últimos datos del INE.
Adecco identificó, con todo, que todavía existen «ciertas dinámicas estructurales que alejan a las personas con discapacidad del empleo». Entre ellas, detectan que «muchas de ellas podrían trabajar y no lo hacen porque siguen influenciadas por la sobreprotección del Estado, de sus propias familias y de su entorno». Esto se debe, aventuran, a «una tendencia que sigue poniendo el foco en sus limitaciones, en lugar de poner el foco en sus capacidades».
Con todo, son optimistas: «Estas tendencias están cambiando en los últimos años y la discapacidad ahora se trata desde otro punto de vista». Así, consideran que aunque «la evolución es lenta» el camino que se recorre logrará que «esta nueva visión se vea reflejada en una mayor empleabilidad de las personas con discapacidad».