La sexualidad y la autoestima de las personas con discapacidad. Bajo este lema, la Escuela de Pacientes de ASPAYM ha celebrado hoy su primera sesión de la edición de 2024, con una afluencia de cerca de 80 personas. La charla ha estado impartida por Charo Ricart Miguel; médica, sexóloga y mujer con diversidad funcional.
«Querernos como somos es lo más importante», arrancó la sexóloga, para quien «el sexo que tenemos en la cabeza es bastante limitado». Ricart empezó despojando la charla de tabúes, denotando que «todos los seres humanos somos sexuales», y lamentando que la sociedad tenga un punto de vista del sexo «coitocentrista y patriarcal». Desde este punto de vista, «se considera que las personas con lesión medular no pueden tener una vida sexual ‘normal’».
Nada más lejos de la realidad. Ricart concede algunas de las complicaciones que presenta la actividad sexual para alguien con lesión medular en el plano orgánico (en las funciones motoras o sensitivas o las termorregulaciones, entre otras) y también en el psicosocial. Esta última incluye imagen corporal deteriorada, baja autoestima y aflicción emocional.
Sexo, más espiritual que físico
«Olvidamos que la sexualidad es sobre todo una energía espiritual», señaló. Existen numerosas barreras en torno al sexo al margen de la discapacidad (hay personas que no disfrutan con el sexo oral o con otras fases del coito en las que socialmente se vertebra todo el acto en torno a ellas) y ello no implica renunciar al sexo:
«Nos afecta a nivel físico, emocional, intelectual»…, enumeró. Por ello, señaló que no debemos renunciar a él («Tiene uso reproductivo, lúdico, espiritual…» e implica mucha más complicidad e implicación que las que normalmente se le achacan: «Es comunicación, contacto, placer, energía, cuidado y respeto».
La sexualidad y la autoestima de las personas con discapacidad fue uno de los primeros temas escogidos por el Comité de Pacientes de la Federación Nacional ASPAYM. La importancia de abordar este tema abarca desde su relevancia en la calidad de vida y el día a día de las personas con discapacidad física, hasta el pudor que despierta solo mencionarlo. Más allá de la maternidad o la paternidad, el disfrute del sexo y el reencuentro con el placer y el hábito de las relaciones sexoafectivas son, con frecuencia, un tabú a destapar.
Escuela de Pacientes
La Escuela de Pacientes es un proyecto de la Federación Nacional ASPAYM posible gracias a una subvención del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 con cargo a la asignación tributaria del IRPF y del Impuesto de Sociedades. En este año, la Federación ASPAYM Andalucía coordina una vez más estos encuentros. En ellos participan nuestras entidades federadas en Madrid (ASPAYM Madrid y la Fundación del Lesionado Medular), Andalucía (la citada Federación más las sedes de Granada, Jaén y Málaga), Toledo, Comunidad Valenciana, Murcia, Catalunya y la Fundación ASPAYM Castilla y León.
El pasado año, la Escuela de Pacientes de ASPAYM vertebró diferentes talleres de autocuidados de y para personas con discapacidad. El objetivo era dotarlas de herramientas para empoderarlas y promover su formación a través del apoyo entre iguales. Los talleres arrancaron semanas atrás con una ponencia en torno a la mujer con discapacidad, con la enfermera Marta Vicente, del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, y la presidenta de la Federación Nacional ASPAYM, Mayte Gallego.
Semanas después, celebramos otra en torno a los cuidados genitourinarios, con la participación excepcional del neurourólogo Borau Durán. En la última sesión, sobre la vida activa y el deporte adaptado, participaron María Barrera Chacón, jefa de Sección de Neurorrehabilitación y Unidad de Lesionados Medulares del Hospital Universitario Virgen del Rocío; Israel Codes, presidente de ASPAYM Málaga, y Arturo Montes, presidente de ASPAYM Sevilla.
Así, estos talleres beneficiaron el pasado año a más de un centenar de personas