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Después de pasar revista a las distintas estancias de una vivienda particular, y de determinar cuáles deben ser sus condiciones de accesibilidad, miramos hacia algunos de los lugares públicos que más problemas plantean en este sentido

La accesibilidad también debe darse en los aseos públicos. Desde Comunica ASPAYM; tras pasar revista a baños, comedores, cocinas y habitaciones, miramos ahora a servicios higiénicos y cambiadores.

En los documentos básicos sobre seguridad y accesibilidad encontramos bastantes pistas en torno a las condiciones de accesibilidad de los aseos públicos. Así, tendrá que estar comunicado con un itinerario accesible, y contará con un espacio para giro de diámetro de 1,50 metros, libre de obstáculos. Además, sus puertas serán abatibles o correderas, y dispondrá de barras de apoyo diferenciadas del entorno cromáticamente.

Aseo público con luz temporizada

El alumbrado no deberá ser con temporizador. En su lugar, será más apropiado contar con un interruptor convencional. Además, en caso de quedar atrapada en el interior, la persona debe contar con un dispositivo accesible para realizar llamadas de asistencia.

Disposición y aparatos

En la accesibilidad de los aseos públicos es importante la disposición. Los documentos básicos sobre seguridad y accesibilidad recogen que, cada vez que sean legalmente exigibles la existencia de estos servicios higiénicos, se pondrá un aseo mixto y accesible por cada 10 instalados. Una norma similar se da en los vestuarios de cabinas individuales.

Inodoro accesible por un único lado

En cuanto a los aparatos propios de un aseo, el lavabo, al igual que el espejo, no debe ser superior a los 85 cm de altura. Por su parte, los inodoros tienen que ser accesibles por ambos lados.

Uno de cada 5 urinarios debe situarse a un máximo de 40 cm, y la pendiente de los suelos no ha de ser mayor del 2%. Las barras de apoyo también tienen que contar con unas características de accesibilidad en los aseos públicos. Deben ser robustas, fáciles de asir, y abatibles en el caso de los inodoros.

La grifería será, deseablemente, automática, o en su defecto con pulsadores de palanca con gran superficie.

Vestuarios y cambiadores

Como los aseos públicos, vestuarios y cambiadores están sujetos a la accesibilidad de cualquier servicio higiénico. Además de cumplir con los mismos requisitos que un baño, un vestuario cuenta con dotar de una anchura de paso superior a 1,20 metros. Las duchas dispondrán, en el lado del asiento, de barras de apoyo horizontal de forma perimetral en al menos dos paredes, formando esquina. Además, contarán con una barra vertical en la pared a 60 cm de la esquina o del respaldo del asiento.

Por lo que se refiere a los cambiadores inclusivos, una experiencia muy recomendable es la de Etxebarri, ganadora de la IV edición del concurso de PYMEs e Ideas Innovadoras. Su cambiador es un caso ejemplar de accesibilidad: cuenta con una camilla para personas adultas, lavamanos e inodoro de alturas ajustables. Este último, además, tiene espacio amplio para realizar las transferencias por los dos lados.

Además, dispone de una zona de ducha con agua caliente y sistema de llamada de emergencia, calefacción y aire acondicionado. También tiene diversos contenedores higiénicos para distintos usos y una grúa para realizar las transferencias.

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