La accesibilidad para personas con discapacidad, también en la vivienda, sigue siendo una asignatura pendiente en 2021. Así lo revela un informe reciente de la Fundación Mutua de Propietarios. Los datos no son nada positivos.
El estudio, que solo atiende a la vivienda, es demoledor: más de la mitad de los edificios en España no son accesibles de la calle al portal. La gravedad de la cifra se acrecienta cuando el mismo informe revela que la accesibilidad es un factor decisivo para el 58% de las personas interesadas en adquirir una vivienda.
Un tercio de las personas con movilidad reducida ya han emprendido obras en sus viviendas porque necesitan hacerlas accesibles. El dato resulta, no por previsible, menos triste. Pero no todos cuentan con la solvencia económica para emprender estas reformas.
Y es que la brecha social también lo es de clase: un 12% de las personas que necesitan reacondicionar sus viviendas para hacerlas accesibles se encuentran con problemas de recursos. De hecho, dos de cada diez personas con movilidad reducida se ven obligadas a cambiar de vivienda. Esto se debe a que sus hogares no están debidamente adaptados a las condiciones que precisan.
De acuerdo a este reciente análisis de la Fundación Mutua de Propietarios, las estancias de la vivienda que más reformas necesitan son los aseos. Tras el ranking se encuentran los dormitorios, las zonas exteriores y las puertas de acceso. En último lugar, aparecen los cuartos de estar, ya sean salón o comedor.
Para entrar a vivir
Pero como insiste este informe en torno a los problemas de accesibilidad de las personas con discapacidad, el principal obstáculo se encuentra en la entrada misma a la vivienda. Esto es, la puerta de acceso a su edificio o a su piso. De los más de nueve millones de viviendas en nuestro país, el 63% no son accesibles de la calle al portal por la presencia de escaleras. El estudio ahonda aún más en la herida: solo un 28% de las viviendas cuenta con una rampa, mientras que el 22% carece de ascensor.
A mayores, existen otros elementos que también contribuyen a que un edificio no cumpla con los mínimos exigibles de accesibilidad para personas con discapacidad o movilidad reducida, según el informe. Por lo que respecta a las puertas, una de cada cuatro personas las encuentran muy pesadas. Además, para el 39% de las personas encuestadas, esta no se sujeta sola o se cierra demasiado rápido.
A mayores, existen otros elementos que también contribuyen a que un edificio no cumpla con los mínimos exigibles de accesibilidad para personas con discapacidad o movilidad reducida, según el informe. Por lo que respecta a las puertas, una de cada cuatro personas las encuentran muy pesadas. Además, para el 39% de las personas encuestadas, esta no se sujeta sola o se cierra demasiado rápido.
Por lo que se refiere al portero automático, un 14% de los edificios carecen de él. De los que sí lo tienen, el 68% no es accesible para personas usuarias de sillas de ruedas.
Criterios de accesibilidad
La misma Fundación Mutua de Propietarios ya elaboró en 2019 una guía con los mejores criterios de edificios accesibles. Este apoyo dialoga con los resultados del informe en accesibilidad para personas con movilidad reducida y discapacidad.
Así, en lo que concierne a la puerta de acceso se demanda que no exista escalón y que, de existir, cuente con rampa o plataforma alternativa. En cuanto al portero automático, lo arriba señalado: alcanzable de usar desde una silla y sencillo de utilizar. Y, si fuera posible, videoportero.
El portal de entrada también ha de ser accesible para una silla de ruedas. Su apertura tiene que ser simple, sin una puerta pesada, y que se sostenga y cierre lentamente.
Estos criterios también tienen en cuenta la ‘accesibilidad vertical’. El garaje y las zonas comunes han de ser accesibles. Además, la conexión de la puerta de entrada con el ascensor debe estar al mismo nivel o, en su defecto, salvado por rampa o plataforma. Dentro del ascensor ha de haber suficiente espacio, una puerta ancha, botones en Braille y señales acústicas.
La apuesta por la accesibilidad en ASPAYM
ASPAYM apuesta por la accesibilidad de las personas con discapacidad en varios de sus proyectos y programas. Solo en 2020, 1292 personas se beneficiaron de la asesoría en accesibilidad que brinda nuestra asociación.
De entre esos programas destaca Por aquí no puedo, por aquí no paso, una campaña que visibiliza espacios públicos pendientes de convertirse en accesibles. ASPAYM también desarrolla una atención integral en accesibilidad, con orientación, asesoramiento y becas; así como webs específicas de accesibilidad y viviendas habitables.